Nuestros mayores y los centros residenciales son, y han sido siempre, parte fundamental de nuestro…
El mes de febrero es un mes mágico para todos los valencianos. Es la antesala del mes más importante para todos ellos, donde se celebra la fiesta mayor de València: las Fallas. El último domingo de febrero es el día señalado para la denominada Cridà, un evento que tiene como objetivo la llamada a todo el mundo a que disfrute de esta fiesta única.
Este año, la Cridà se ha diferenciado de las demás por algunos puntos interesantes. En las Torres de Serrano, lugar donde se celebra, se realizó un espectáculo de luces y pirotecnia realmente especial. En torno a las 20:00 horas, comenzaba la festividad, en una Cridà que garantizó ser inclusiva. Los discursos que anualmente realizan tanto la fallera mayor, como la infantil, fueron traducidos simultáneamente en lengua de signos y subtitulados en directo. Para ello, durante la celebración también se habilitó una zona para personas con movilidad reducida para que pudiesen seguir la Cridà frente a las torres cómodamente.
Gracias a la tecnología estenotipia informatizada y a la colaboración con la Federación de Asociaciones por la Integración del Sordo en la Comunidad Valenciana (Helix CV) y la Federación de Personas Sordas de la Comunidad Valenciana (FESORD), fue posible.
Se trata de una invitación a una fiesta que se convirtió el pasado año en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por lo que era crucial mostrarla como un motor social que permitirá a todos los valencianos disfrutarla a través de las tres semanas que quedan por delante.
Se trata de una serie de medidas que ayudan a este colectivo, para mejorar la accesibilidad de estas personas y para que disfruten de una fiesta única que promete dar mucho de qué hablar en los próximos días. Así, se unen a la pólvora, el arte, el fuego y la tradición, los valores de la accesibilidad y la integración tan necesarios en la sociedad.